Es un tipo de aprendizaje que se produce en situaciones de interacción en que las metas de cada uno de los individuos están en función de las metas de los demás, de manera que existe una correlación positiva entre la consecución de los propios objetivos individuales y la consecución de los objetivos de los demás miembros del grupo.
El aprendizaje cooperativo parece superar con creces a los
aprendizajes competitivos y a los aprendizajes individualistas. Pero para que
se cumplan sus efectos, debe ser realmente cooperativo, y cumplir con una serie
de requisitos fundamentales, que serían «interdependencia de meta e igualdad de
estatus entre los miembros del grupo, lo cual no significa homogeneidad sino
que, por el contrario, los grupos heterogéneos serán más eficaces que los
homogéneos». Esta heterogeneidad es la que provoca la disonancia entre los
miembros del grupo y obliga a la interacción.
No es de extrañar que la estructura actual interna de las clases
en nuestras escuelas no constituya precisamente un modelo donde poder implantar
adecuadamente el aprendizaje cooperativo. Sin embargo, sabemos que las
relaciones entre iguales, y sobre todo en las etapas de la infancia y de la
adolescencia, son indispensables para el desarrollo social y cognitivo.
La interacción social y el aprendizaje cooperativo proporcionan al
individuo la adquisición de nuevas habilidades cognitivas. Los principales
efectos escolares del aprendizaje cooperativo son:
- La mejora del rendimiento escolar
- Aumento de la motivación intrínseca
- Atracción interpersonal
- Mejora de la autoestima
Buenas tardes,
ResponderEliminarDeciros que gracias a esta entrada me ha quedado muy claro en qué consiste el aprendizaje cooperativo, así como los efectos que este aprendizaje produce en el individuo.
Dicho aprendizaje debe llevarse a cabo para que se produzca interacción entre los alumnos y aprendan juntos.
Buen trabajo, y saludos. :)